sábado, 15 de junio de 2013

Danto



Danto define tres grandes etapas en la historia en cuanto a la concepción del arte. La primera abarca desde que el hombre comienza a crear hasta que comienza a reconocer el arte como tal (hacia el 1400 d.C.). La segunda etapa abarca desde este año hasta la revolución vanguardista del siglo pasado. Esta etapa intermedia se caracteriza por estar repleta de movimientos artísticos globales que se iban sucediendo uno tras otro de manera más o menos uniforme en el tiempo y el territorio. En este periodo no había problemas para responder al típico “¿Qué es arte?” porque estaba todo totalmente claro y quien sabía representar lo que se daba en uno u otro movimiento artístico era artista y lo que hacía era arte. 

Todo esto cambia de manera radical con la llegada de las vanguardia. Entre todos estos movimientos el que, según Danto, supone la ruptura radical con el arte desde 1400 es el movimiento Pop, ya que coge elementos cotidianos y los transforma sistemáticamente en obras de gran valor artístico.

Aquí es cuando Danto comienza a cuestionarse el verdadero sentido del arte, porque si la Fontaine de Duchamp o las cajas Brillo de Warhol se consideran obras de arte del mismo valor que un cuadro de Van Gogh o de los pintores flamencos del XVII ¿cómo se puede diferenciar lo que es y lo que no es arte? Llega un momento en el que es imposible. Esto, según Danto, supone la muerte del arte. 

Danto, en su ensayo, opina que en esta última etapa, no se pueden establecer unas normas para el arte y que, por tanto, no se puede definir qué es y qué no es arte. 

Este texto me ha hecho cuestionarme varias cosas: 

¿Qué pasa entonces con gente de la segunda etapa como Bram van Belde, por ejemplo, que pintan por la necesidad de expresarse, de manera personal y no por querer hacer arte? ¿No son artistas? 

¿el arte es, entonces, arte porque quien lo hace lo concibe como tal? La gente a partir de 1400 se deleita con el arte porque reconoce que es arte. Pero a mi manera de ver una buena obra, aunque no sepas que lo es, si la tratas de forma sincera, te llena… te maravilla… Puede que lo que induce a ese deleite sea la técnica o tal vez la destreza con la que está realizada la obra. De esta misma manera que puede abrirte los ojos o maravillarte una escena de la vida cotidiana. Pero entonces no se trata de arte.

Este texto me lleva a preguntarme: ¿qué es lo que sinceramente nos conmueve del arte? ¿es la técnica? ¿es la composición? ¿es lo que significa? ¿es su situación dentro del museo lo que nos deleita?

Está claro que es infinitamente complejo  elaborar una definición para el arte después de las etapas y los extremos que ha tocado a lo largo de la historia. Pero el arte comienza a cambiar conforme va cambiando la concepción del individuo y sus necesidades. Yo creo que existe cierta relación entre el fin del arte según Danto y el surgimiento de la sociedad de consumo. En ella las definiciones de arte son siempre subjetivas y, por tanto manipulables. 
<el museo es causa, efecto y encarnación de las actitudes y prácticas que definen el momento posthistórico del arte>>.

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